domingo, 18 de septiembre de 2016

"La Corcho" montonera que vivio y tuvo su primer hijo en Rufino

"La Corcho" y Baravalle

 

  La reconocida militante Montonera, se la sindica como la que entregó a "Cali" Valle desaparecido y señaló a Bety Aguilera y Any Valle asesinadas.-

 

Por Rubén R. Iriarte.-


Graciela Porta “La Corcho” tuvo uno de sus hijos en la maternidad “Salas Cobo” hoy escuela Agrotécnica 335 de Rufino, al llegar a Rufino embarazada a poco de tener su hijo  se alojo en la casa de Alberto Pereyra conocido dirigente peronista y célula local de Montoneros.

Segur relata María Claudia Bottazini quien militaba en los movimientos estudiantiles de esa época con16 años en Rufino y fue novia de “Cali” Valle” (desaparecido) y Hugo Basso (detenido), “hubo amigos que se encargaron de llevarla a la maternidad y sacarla de allí cuando nació su hijo”, María Claudia sostiene que quien “vendió a “Cali” fue Graciela Porta “La Corcho” pues entre esos amigos que la ayudaron en Rufino estaba él.

La salida no fue inmediata aun vivió un tiempo en Rufino pero en otra casa y recién después se va de la ciudad.

La corcho huía de la persecución después de que su pareja había sido deteniendo ya embarazada en Rufino nació Andrés cuyo padre era Santiago 'Guito' Wherle, Secuestrado-desaparecido por la última dictadura militar en esa ciudad, el 22 de octubre de 1976,  y que crio El Pollo (Baravalle), cuando salió de Rufino fue detenida y llevada a el sótano de El Pozo, de San Lorenzo y Dorrego, donde estuvo con su hijo después llegó Gregorio cuando gozaron de su libertad quienes vivieron en Londres y posteriormente se unieron a su madre en Italia.}

Recordó Hugo Papalardo, “ La Corcho fue la que me apuntó para que me buscaran, y estaba en el auto con el que me fue a buscar el Cura Marcote, a mi trabajo en Maipú y San Luis. Con ella estuvimos seis meses en el sótano de El Pozo, de San Lorenzo y Dorrego, donde estaba con su hijo, que era muy chiquito, no sé si tenía dos años”. afirma. La Corcho era del mismo grupo de Any Valle y Bety Aguilera las rufinense secuestradas y asesinadas en Ropsario de "Cali" Valle y es desde allí donde se entiende su llegada a Rufino y también se entiende que cuando es detenida "canta" y menciona a "Cali".

 
Graciela Porta era la pareja de José Baravalle, “El Pollo”, tenía 55 años y había militado en Montoneros. Lo secuestraron a mediados de 1976 y luego de cinco días de brutal tortura comenzó a colaborar con la patota de Agustín Feced, jefe de policía de Rosario durante la última dictadura. Junto a Graciela Porta formaron una de las parejas más condenadas por sus propios compañeros: los acusaron de participar directamente en torturas y otros vejámenes.

Entre 1967 y 1973, a Rosario, argentina, cuando él y su mujer, con poco más de 20 anos, se hacían llamar El Pollo y La Corcho. Militaban en Montoneros, grupo guerrillero de izquierda, nacido peronista y después tomando posiciones siempre más radicales.
Entonces eran dos estudiantes, ella medicina y el economía, que tenían ideales peronistas  y habían decidido combatir por la libertad

Pero las cosas  no salieron como esperaban, y en 1976, con la llegada al poder del Gral. Jorge Rafael Videla, El Pollo es secuestrado por los militares de Agustín Feced, jefe del Servicio de Información de la Policía de Santa. Fe. Así comenzó su calvario” sigue el hermano, también residente de Biella, José después de un año de tortura, empezó a hablar. Fue obligado a dar nombres de sus compañeros, porque si no lo hacía habrían matado a él y a su familia.

Recordó Hugo Papalardo, “ La Corcho fue la que me apuntó para que me buscaran, y estaba en el auto con el que me fue a buscar el Cura Marcote, a mi trabajo en Maipú y San Luis. Con ella estuvimos seis meses en el sótano de El Pozo, de San Lorenzo y Dorrego, donde estaba con su hijo, que era muy chiquito, no sé si tenía dos años”.

Baravalle y Porta estuvieron entre junio del 76 a diciembre del 77, en el servicio de informaciones: En este sentido, el ex preso político Hugo  Papalardo explica que “no es como los juzgamos a la Corcho y al Pollo, sino tratar de entender en qué proceso político-social y en qué proceso de fractura moral se dan esos casos, porque no son todos iguales. Lo que puedo decir es que gente como Baravalle y como Porta han pasado por una tortura previa: no fueron a las puerta de la Jefatura a ofrecerse para torturar a sus compañeros. Esto no intenta justificar lo que hicieron, sino que busca que quienes los juzgan intenten comprender los tiempos en que ocurrió. La tortura durante un solo día nos transforma en un animalito, en alguien que responde con su espíritu de supervivencia. Los que hemos pasado por algo menos grave que esto en esos momentos, cuando somos llevados al límite de la condición humana, sabemos que surge de nuestro interior lo mejor y lo peor que tenemos. La razón ya no existe, y respondemos con nuestro espíritu primario. Cuando El Pollo decidió después de todo eso colaborar con los militares ya no era El Pollo. Al Pollo que yo conocí lo mataron, al igual que la Corcho, ya no fueron las personas que yo conocí”.

Siguieron otros 3 años de prisión, porque Porta y Baravalle eran considerados sujetos peligrosos para la seguridad del Estado argentino. Después, gracias a la doble ciudadanía (ella era originaria de Monferrato y el de Alessandria) , pidieron la autorización para ir a Italia.

Luego del retorno de la democracia, Baravalle se había comprometido a declarar ante la Justicia, pero cuando llegó al país lo estaban esperando para detenerlo. Eso desactivó su participación como testigo. Estuvo preso y en 1984 le dictaron falta de mérito. Con la reapertura de las causas, luego de la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, se reflotaron en Rosario las acusaciones en contra de Baravalle, Porta y otras tres personas que estuvieron secuestradas.

Su esposo, José Baravalle, ex oficial Montonero al que la Orga le hizo un juicio sumario en España, se suicidó al intentar ser detenido en Italia por Interpol hace dos años. Sus ex compañeros terroristas lo andaban buscado... y lo encontraron.

En 1979, Baravalle declaró en un juicio sumario que Montoneros le hizo en España. En esa entrevista describió con una frase su accionar: "No canté más porque era al pedo, y no canté menos porque me mataban". "Le jodí la vida a mucha gente, pero no a tantos como hubiese podido".

La Corcho fue a un concretar un trámite bancario con su pasaporte argentino y saltó en los registros un pedido de captura internacional. De inmediato fue detenida. Baravalle supo entonces que tenía las horas contadas. Fue al puente de Chiavazza y se arrojó al vacío.

 

Fuentes: Pagina 12 - Represores Rosario - Ramos Generales -Unidad Antirepresiva por los Derechos Humanos - El Correo - Testimonio de María Claudia  Bottazini - Los de Rufino




 

 

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